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Revisión de la vista antes de conducir-Centro Inof

La importancia de revisarse la vista antes de conducir

La importancia de revisarse la vista antes de conducir es vital pues se sabe que el 90% de la información que recibimos para la toma de decisiones al volante llega a través de la visión. Es por esto por lo que tener una vista en perfectas condiciones sigue siendo uno de los requisitos más relevantes para la seguridad del conductor, del los pasajeros y de otros conductores o peatones.

En esta entrada vamos a dar algunos datos referentes a la situación de la visión de los conductores en España, qué partes de la visión están involucradas en la conducción (y cómo se miden) y qué recomendaciones se deben tener en cuenta antes de hacer una ruta larga en coche.

Estadísticas

Según datos de la DGT, el pasado año 2017 (aún no hay datos del año 2018) hubo 102.233 accidentes de tráfico con víctimas en total (27052 en Cataluña), siendo 1672 mortales. Los meses julio y agosto son los que más siniestros se producen, casi el 20% de todo el año, por el aumento de traslados en vacaciones.  Dentro de las causas destaca que más de una cuarta parte de los accidentes se producen por la tarde-noche (aunque la circulación de vehículos desciende notablemente), lo que puede deducirse de una falta de visibilidad del conductor o de aquello que haya provocado el accidente.

Datos sobre visión y conducción

Sobre visión y conducción, se ha publicado el último informe del estado de la visión de los conductores en España, de la Asociación Visión y Vida (Autores: Miquel Ralló y Aurora Torrents de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa, Universitat Politècnica de Catalunya) publicado en 2017, más de 600.000 conductores no alcanzarían la agudeza visual mínima requerida legalmente para hacerlo (0.5). Otra conclusión es que más de 6 millones y medio de conductores no alcanzarían la agudeza visual considerada normal (mayor de 0.8) lo que tal vez indica que precisan gafas o que las que utilizan no están correctamente graduadas. Otra de las conclusiones del estudio es que las personas con agudezas iguales a 0,4 o inferiores están implicadas en accidentes en un porcentaje que casi triplica al del resto de conductores. Y si tenemos en cuenta la presencia de algún problema visual (el estudio define problema visual como poseer al menos una de estas características: AV binocular inferior a 0,6; Estereopsis nula; Mínimo contraste percibido de 0,6; Campo visual inferior a 85°) el porcentaje total es del 27.2%, lo que supondría unos siete millones de conductores.

Todos estos datos nos están informando de una realidad: Tener una visión adecuada es algo imprescindible para poder conducir sin riesgos. Y cabe destacar que desde 2008 hasta 2013, el número de revisiones oftalmológicas descendieron entre un 20 y un 30%. Esto hace que se plantee la necesidad de informar a la población de la importancia de las revisiones periódicas.

Capacidades visuales que pueden afectan a la conducción

En general, la visión afecta directamente con la conducción, aunque se consideran algunas capacidades relacionadas con la visión que pueden estar más relacionadas con la conducción que otras.

  • La agudeza visual (de lejos y media distancia)
  • El campo visual (binocular)
  • La binocularidad
  • La sensibilidad al contraste
  • El deslumbramiento
  • La percepción cromática

La agudeza visual

La agudeza visual (AV) es la capacidad de discriminar objetos a diferentes distancias, en términos de cantidad. Es decir, es la capacidad de distinguir detalles de los objetos. Para medirla y cuantificarla, se hace la prueba de medición de AV consistente en presentar una serie de símbolos (normalmente letras) cada vez más pequeñas hasta que el paciente no las llega a distinguir. Una vez que llega a dicho límite, se anota la cantidad que suele expresarse en un valor que va desde 0 hasta 1 o incluso un poco más (un ojo humano sano tiene potencial de poseer AV de entre 1.2 y 1.6).

Prueba de medición de la agudeza visual (AV).

Para poder obtener y renovar el carnet, los requisitos que marca la ley son:

  • Para el conductor común, la AV binocular mínima debe ser de 0,5.
  • Para el conductor profesional, el mínimo es de 0,8 en el ojo de mejor AV y 0,1 en el de peor AV. Además, si se necesita corrección, no puede superar las 8 dioptrías.
  • No se permite visión monocular (sólo visión de un ojo) en ningún caso.

También se refiere a las cirugías que puedan afectar la AV, especificando que “Si se realiza una operación quirúrgica, el conductor perderá su licencia durante un mes, periodo tras el cual, con un informe de intervención, se podrá renovar o prorrogar la licencia, con periodo de vigencia máximo de un año.” En el caso de ser una cirugía de cataratas, si cumple los requisitos de la ley de AV y campo visual podrá tener la renovación una vigencia de máximo 3 años.

La agudeza visual es aquel valor que se ve afectado por más condiciones, que van desde un defecto refractivo (miopía, hipermetropía y astigmatismo) hasta cualquier patología ocular que afecte a la córnea, al cristalino (cataratas), al humor vítreo, la retina (degeneración macular) o el nervio óptico (glaucoma).

La ley permite conducir con la AV de 0.5, aunque hay que tener en cuenta que estar en el límite de ese valor es un riesgo notorio. Un paciente con una miopía de 1 dioptría puede llegar a ese valor (con dificultad) pero con una visión pobre. En esta imagen tienen un ejemplo de que no se puede distinguir apenas la señal de advertencia con una miopía de 1.

Visión con y sin miopía-Centro Inof

Arriba, visión nítida de una persona corregida de su miopía. Abajo, visión de miopía de 1 sin corregir.

Cuando hablamos de AV hay que considerar que no sólo la visión lejana (que clínicamente se sitúa a partir de los 6 metros) es importante para el conductor, sino también la distancia cercana y la intermedia (donde se sitúa el cuadro de mandos del coche con los marcadores de velocidad entre otros).

Este apartado no se revisa en los test psicotécnicos, aunque pueden ser claves para que el conductor sepa si va a la velocidad adecuada y si visualiza bien otros indicadores del cuadro de mandos. En la siguiente imagen, pueden observar a un paciente que ve bien en la distancia lejana e intermedia y un paciente de 60 años que posee presbicia (la incapacidad de poder enfocar objetos cercanos) sin corregir, que no puede leer el cuadro de mandos de su vehículo.

Arriba, la visión de la calzada y de los indicadores de velocidad, GPS, etcétera es buena. Abajo, esos detalles se ven borrosos.

El campo visual

El campo visual (CV) se refiere a la capacidad de percibir estímulos desde el centro de la visión hacia la periferia, con el ojo estático. Cada ojo tiene su propio campo visual, ligeramente desplazados uno respecto del otro, y unidos crean el campo visual binocular (que es mayor que cada uno de los individuales). Se mide con un aparato llamado campímetro, que presenta al ojo del paciente unos estímulos visuales (periféricos y centrales) que debe marcar con un botón.

Para conducir, es obvio que es importante poseer un buen campo visual binocular. Si se poseen defectos en el campo visual central puede obstaculizar la visión de vehículos o señales (está demostrado que estos conductores conducen más lento y pierden habilidades conduciendo). Diversos estudios señalan que los sujetos con defectos en el campo visual central conducen más lentamente y que sus habilidades al volante se pierden en gran parte. Otros estudios señalan que pérdidas moderadas de campo visual periférico afectan a las habilidades al volante (cambiar de carril, trayectorias curvas, adelantar vehículos…)

Sin embargo, pese a conocer estas informaciones, el campo visual no se cuantifica en las pruebas para obtener o renovar el permiso de conducir.

Arriba, escena con un campo visual binocular normal, abajo con el CV muy afectado.

El campo visual puede verse afectado por multitud de enfermedades oculares, como hemos comentado en otros artículos y aquí les recordamos. Las más conocidas son: glaucoma, maculopatías, algunas hemorragias en retina (como la producida por la diabetes) y ciertas enfermedades neurológicas que afecten a la vía óptica, como la migraña.

La binocularidad

La visión binocular es importante para la conducción. Como ya se ha comentado, dentro de los requisitos para conducir se especifica que no se permite visión monocular (sólo visión de un ojo) en ningún caso. Una persona que tenga sus ojos desalineados, conocido como estrabismo, puede ocurrir que vea solamente con un ojo, lo que hace que pierda sensiblemente su campo visual binocular (al ser sólo el de uno de los ojos). Los conductores profesionales no pueden obtener su carnet si padecen estrabismo. Sobre estrabismo se ha hablado en varias ocasiones en este blog y en el blog de la Dra. Fernández-Agrafojo. Les dejamos algunas entradas sobre las causas del estrabismo, sobre su evaluación y tratamiento y sobre cómo se evalúa para que puedan consultarlas.

Si ese estrabismo apareció en la infancia, presumiblemente el paciente tenga ambliopía. En ese caso, el ojo ambliope debe de tener la AV que marca la ley (0.5) para poder conducir.

Otra cosa que no se permite, ni para obtener el carnet ni para renovarlo, es la visión doble o diplopia que ocurre cuando aparece un estrabismo en el adulto, en ocasiones de forma repentina.

Si existe binocularidad y buena visión todo el tiempo, el paciente puede tener el grado más fino de binocularidad que se llama estereopsis, y es la capacidad de poder distinguir la profundidad de los objetos, lo que popularmente se conoce como “ver en tres dimensiones”. La estereopsis mejora la conducción en situaciones como maniobras difíciles, situaciones en movimiento y distancias intermedias (zonas con muchas curvas y diferentes alturas) tal y como han constatado algunos estudios.

Prueba para medir la estereopsis.

La sensibilidad al contraste

La sensibilidad al contraste es la capacidad de detectar diferencias de contraste de luminancias (es decir, la capacidad de distinguir diferencias de color y contraste). Técnicamente es la capacidad de discriminar objetos con mínimo contraste. El contraste máximo es un estímulo negro sobre blanco, y a medida que se reduce la diferencia de contrastes es más difícil distinguir lo escrito, hasta que prácticamente sean casi imperceptibles.

Si la AV es un valor que nos da idea de la “cantidad de visión” de un sujeto, la sensibilidad al contraste da una idea de la “calidad” de la imagen. Un ejemplo en la conducción lo tenemos los días de niebla y de lluvia, como conducción de noche, ya que esos días el contraste es mucho menor y se debe extremar la atención. Si se tratase de un paciente que poseyera pobre sensibilidad al contraste, en esas situaciones vería su seguridad seriamente comprometida. A día de hoy, a nivel legal la sensibilidad al contraste no se pide como requisito mínimo para conducir.

Hay situaciones normales en la conducción con poco contraste, por ejemplo, un coche gris sobre el asfalto del mismo color tras una curva, puede sorprender al conductor con pobre sensibilidad al contraste. Está demostrado que la sensibilidad al contraste se reduce con la edad.

Varias enfermedades oculares pueden afectar la sensibilidad al contraste, como el ojo seco (aquí la entrada de blog dedicada a ojo seco), las cataratas (otra entrada dedicada a ese tema) las maculopatías (ya enlazada), el glaucoma avanzado (también enlazada anteriormente) y diversas patologías de la córnea.

El deslumbramiento

Se define el deslumbramiento como aquella condición en la que una luz fuerte y brillante causa tanto malestar que dificulta o impide la visión, en ocasiones acompañado de dolor por la luz (fotofobia) y/o lentitud a la recuperación tras el deslumbramiento. En la conducción es bastante común en ciertas carreteras a determinadas horas del día en las que el sol se muestra de forma directa hacia los ojos. También, defectos en las lentes, los parabrisas o en la luna del coche puede producir múltiples reflexiones que pudieran provocar deslumbramientos.

Los deslumbramientos no sólo se pueden producir de día. Algunos pacientes afectados con deslumbramientos refieren que los faros de los coches les deslumbran tanto que casi ni los pueden ver. Muchas veces, estos deslumbramientos son descritos como halos alrededor de las luces, o como si de las luces de los faros partiesen multitud de rayos luminosos.

Ejemplo de la visión de una carretera con coches en paciente sin deslumbramiento y con deslumbramiento importante..

En los requisitos que pide la DGT para dar un permiso de conducción, se especifica que tanto un conductor privado como profesional no debe tener alterada su capacidad de recuperación al deslumbramiento ni alteraciones de la visión con poca luz.

Hay diversas patologías que pueden provocar deslumbramientos, destellos, halos o lentitud de recuperación al deslumbramiento. Dentro de las más comunes se encuentran: las cataratas, el ojo seco, el edema corneal (cuando la córnea se inflama), el queratocono, la uveítis, las maculopatías (sobre todo la DMAE) o enfermedades vasculares retinianas. Algunos pacientes que tienen astigmatismo alto sin corregir refieren también molestia a la luz (fotofobia) y pueden describir rayos que salen de los faros de los coches. Una vez corregido desaparece ese efecto.

La percepción cromática

La percepción cromática o sentido cromático, se refiere a la capacidad humana de distinguir colores. Tradicionalmente, a los pacientes afectados con una falta de percepción cromática se dice que padecen “daltonismo”, en honor a su descubridor (John Dalton).

Estrictamente hablando, en la actualidad, cuando hablamos de daltonismo, nos referimos a un tipo de defecto concreto, que afecta a los colores rojo-verde, de carácter congénito y hereditario.

En general, el defecto de color se le denomina “discromatopsia”. La discromatopsia es una consecuencia de falta de pigmento sensible al color de uno de los tres conos (las células que son sensibles al color en la retina) que posee la retina humana, cada uno de los cuales es más sensible a tres franjas de colores: Uno es sensible al verde rojizo, otro al rojo verdoso y otro al azul. Si uno de esos tres conos posee menos pigmento, el ojo será menos sensible a ese color y será incapaz de distinguirlo de otro color similar.

Hay tres tipos de discromatopsias:

  • El tipo Protán, o Protanopia: Dificultad para distinguir los colores rojizos entre ellos y una parte de los verdes pardos.
  • Tipo Deután o Deuteranopia: Dificultad para distinguir los colores verdosos y gran parte de los rojizos.
  • Tipo Tritán o Tritanopia: Dificultad para distinguir los tonos azulados y amarillentos. Esta forma es la menos habitual.

Para medir los defectos del color se usan diferentes test, los más conocidos son el test de Isihara (donde hay que diferenciar números de colores camuflados entre puntos) y el test de Fansworth (donde hay que ordenar tapones con colores muy similares hasta completar todo el espectro de color).

Láminas diferentes del test de Isihara.

Los conductores afectados con discromatopsia pueden confundirse con los colores de los semáforos. Según estudios, la visión defectuosa del color no es incompatible con la conducción, sobre todo en España donde las figuras del semáforo están estandarizadas para evitar problemas (arriba rojo, naranja en medio, verde abajo). No obstante, en otros países no ocurre igual.

A la izquierda, semáforos de Canadá, a la derecha, semáforos en Texas, EEUU.

Medidas preventivas antes de conducir

Para poder asegurar que tenemos un sistema visual preparado para una conducción segura, nuestras recomendaciones antes de coger el volante serían las siguientes:

  • Comprobar que tenemos buena visión lejana (buscando un cartel alejado y tratando de leerlo) y cercana (probando a ver la velocidad y los mandos del coche).
  • Comprobar que estamos bien corregidos, y que no necesitamos renovar nuestras gafas. Para ello, un truco: hacemos un agujero muy pequeño con una aguja sobre una cartulina opaca, miramos a través de dicho agujero y comprobamos que vemos igual. Si mejora la visión notablemente al mirar por dicho agujero, es probable que necesite cambiar su graduación.
  • Comprobar que nuestro campo visual binocular abarca toda la amplitud de la luna del coche incluyendo los dos espejos retrovisores. Podemos pedir a un conocido que ande delante nuestro y trataremos de identificar cuándo desaparece de nuestro campo visual sin mover la cabeza de un punto central alejado.
  • Comprobar que vemos con ambos ojos de la misma manera, y cerciorarnos de que no hay estrabismo ni, por supuesto, visión doble.
  • Para la estereopsis, podemos probar a enhebrar una aguja tratando de fijarnos en si lo podemos hacer sin dificultad (visualmente hablando).
  • Recordar si tenemos dificultades para diferenciar objetos con poco contraste. También podemos buscar un objeto poco contrastado con el fondo y comprobar si lo vemos igual de contrastado con ambos ojos. En las patologías que reducen el contraste, habitualmente suelen tener afectaciones asimétricas entre ambos ojos.
  • Comprobar si sufrimos de deslumbramientos, halos alrededor de las luces (sobre todo de noche), rayos que salen de los faros de los coches, sensación de desdoblamiento de luces o una recuperación lenta al deslumbramiento (puede hacerse una foto con flash y detectar si no necesita más de 40 segundos para recuperarse del mismo.
  • Comprobar si posee algún defecto del color usando alguna de las múltiples aplicaciones que hay disponibles, aunque le recomendamos que sólo las tenga en cuenta como un cribado de un problema de discriminación de color (el test real se lo tendrá que hacer en consulta).
  • Comprobar que no ve manchas o líneas torcidas en su campo visual central. Puede hacer nuestro test de Amsler on line para asegurarse de que no ve ninguna línea torcida.

Todas estas medidas pueden ser útiles para usted, ya que, si alguna de estas pruebas diera un resultado alterado, la recomendación es que pida cita para una revisión oftalmológica. En cualquier caso, aunque pasara dicho test sin problema, es recomendable que haga una revisión anual para asegurar una salud visual adecuada.

Y por el momento, nada más. Les pedimos precaución al volante, si piensan conducir por vacaciones o por trabajo, y no olvidar sus gafas de sol.

Si desea hacer una revisión visual en el Centro INOF

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La prevención visual es un cinturón de seguridad efectivo.

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