Descubre cómo cuidar tu salud visual en el trabajo. El 12 de octubre es el Día Mundial de la Visión y este año te damos recomendaciones para proteger tus ojos en el ámbito laboral.
¿Te escuecen los ojos? Podría ser el síndrome del ojo seco
La irritación, la sequedad, la fatiga o el enrojecimiento ocular son síntomas del síndrome del ojo seco (SOS). El número de afectados por el SOS crece cada año y el envejecimiento paulatino de la población y la polución ambiental solo agravan la dolencia. Esta patología crónica afecta más a las mujeres que a los hombres y su presencia aumenta con la edad: hasta un 80% de la población mayor de 60 años la sufre. Sin embargo, cada día está más presente en personas jóvenes, tanto por el continuado uso de pantallas como por la mascarilla.
¿Qué provoca el ojo seco?
El 75% de los casos los produce la disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM). Ubicadas en los párpados, estas glándulas se obstruyen y la grasa se acumula en su interior, evitando que puedan expulsar los lípidos necesarios para que se forme correctamente la película lagrimal, que limpia y mantiene el ojo lubricado. Con la obstrucción, la lágrima se evapora muy rápido y entramos en un círculo vicioso: sensación de sequedad y producción de lágrima de mala calidad.
Causas que pueden dar lugar al síndrome del ojo seco:
Son varios los motivos por los que nuestros ojos pueden presentar esta patología:
- Falta de parpadeo (frecuente en usuarios de ordenadores y grandes lectores)
- Uso de mascarilla por períodos prolongados (la mala ventilación y el aire caliente que sube seca la lágrima)
- Blefaritis (inflamación crónica de los párpados)
- Exposición prolongada al aire acondicionado y la calefacción
- Viajes largos en avión
- Climas áridos
- Contaminación atmosférica
- Uso de antihistamínicos
- Uso de lentes de contacto blandas
- Síndrome de Sjögren y lupus (enfermedades autoinmunes)
- Cambios hormonales y tratamientos de fertilidad
- Acné rosácea
- Medicamentos como los ansiolíticos, antidepresivos y los antihipertensivos
- Tabaco
- Artritis reumatoide
- Diabetes
- Hipertiroidismo
- Colirios para tratar el glaucoma
¿Cómo sé si padezco ojo seco?
Las personas que lo sufren temen que vaya a peor y más de dos tercios de la población con ojo seco no ha sido diagnosticada aún. La única forma de saber si se padece esta enfermedad crónica es que el oftalmólogo realice pruebas de ojo seco durante el examen ocular. Mira como se evalúa la córnea con fluoresceína o mediante la prueba de Schirmer.
Tengo ojo seco. ¿Ahora qué?
El tratamiento lo establecerá la exploración oftalmológica que determinará la causa. El fármaco más importante es la lágrima artificial, un lubricante que humedece y protege la superficie ocular durante el parpadeo. Esta solución salina mantiene el pH de la lágrima humana y no altera su metabolismo. Según la gravedad, los tratamientos van aumentado la intensidad, desde el gel lubricante a la cirugía, pasando por cerrar los puntos lagrimales, la ciclosporina al 0,05%, el suero autólogo o las máscaras especiales.
Un tratamiento más moderno es el láser de Luz Pulsada Intensa o IPL que, a diferencia de la lágrima artificial, no actúa sobre la consecuencia de la patología, sino que va directamente a tratar el origen del problema.
Evita el ojo seco con estos consejos
Toma nota de algunas indicaciones que pueden resultarte útiles para evitar esta molesta patología:
- Usa lágrima artificial: antes incluso de tener síntomas, si perteneces a la población de riesgo (mujer, mayor de 45 años, usuario de ordenador o lentes de contacto, operado de cirugía refractiva…).
- Delante del ordenador: aumenta la frecuencia del parpadeo y descansa de la pantalla. Un truco es cambiar la posición de la mirada cada cierto tiempo. Cuando se cambia de posición, el ojo parpadea de forma refleja.
- Dieta: Para mejorar la calidad de tu lágrima y evitar que se evapore añade a tu dieta ácidos grasos omega-3 (salmón, sardina, atún, caballa o trucha), mariscos (como el cangrejo, las gambas o los mejillones), semillas de lino o chía y frutos secos como las nueces. También bebe mucho líquido.
- Ambiente: evita los ambientes secos, las corrientes de aire, el humo del tabaco y el aire acondicionado. En invierno utiliza un humificador y en ambientes secos utiliza gafas de sol con formas envolventes todo el año.
- Parpadea y realiza higiene palpebral. Intenta parpadear con más frecuencia y hazte una limpieza masajeándote con toallitas de higiene palpebral hasta el nacimiento de las pestañas.
Si aun así empiezas a notar los síntomas, en muchos casos, el uso de lágrimas artificiales sin conservantes en forma de gotas oculares los puede reducir de forma muy significativa. Vaya por delante que la mejor prevención son las visitas periódicas con tu oftalmólogo.
En el Centro Inof de la Dra. Fdez-Agrafojo podemos programarte una visita de reconocimiento y recibirte en breve.
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