Glaucoma: prevenir antes que curar

El glaucoma es una de las enfermedades del ojo que conviene más prevenir antes que curar porque, generalmente, cuando presenta síntomas, significa que la enfermedad está muy avanzada. Se pierde visión de manera gradual pudiendo llegar a una ceguera irreversible.

La importancia de las revisiones periódicas de la vista es absolutamente recomendable y necesaria para tratar esta enfermedad a tiempo. Todo el campo de visión que se pierde no se recupera.

El glaucoma es la principal causa de ceguera en España, así como en otros muchos países del mundo. La padecen entre el 1 y el 4% de la población, aumentando el riesgo entre personas de más de 50 años.

Cómo afecta el glaucoma al ojo

A grandes rasgos, el glaucoma daña el nervio óptico que es el encargado de enviar las imágenes a nuestro cerebro. Se produce por una acumulación excesiva de un líquido que produce el ojo en su parte frontal y que no consigue drenar (dar salida) de manera adecuada. Este exceso de fluido ejerce una presión interna (presión intraocular o PIO) que comprime y degenera las fibras del nervio óptico.

Cómo ve el ojo y cómo le afecta el glaucoma.
Fuente: EyeSmart – American Academy of Ophthalmology

¿Qué personas corren el riesgo de desarrollar glaucoma?

Las personas que se encuentran en alguna de estas situaciones tienen más riesgo de padecer glaucoma:

• Tienen hipertensión ocular: se detecta en las revisiones oftalmológicas.
• Tienen antecedentes familiares de glaucoma (aumenta el riesgo hasta un 50%).
• Son mayores de 40 años: el riesgo aumenta con la edad.
• Son diabéticos.
• Tienen cataratas, una miopía moderada-alta o padecen migraña.
• Tienen córneas delgadas.
• Son de origen étnico asiático o africano.
• Tuvieron alguna lesión ocular.
• Tienen problemas de circulación sanguínea.

En estos casos, debe comentar su situación con el especialista para que determine los controles necesarios y empiece con un tratamiento que detenga la enfermedad. Las revisiones periódicas pueden evitar la ceguera. ¡No lo olvide!

¿Cuál es la causa del glaucoma?

Un ojo sano produce un líquido transparente, llamado humor acuoso, que fluye hacia la parte frontal y luego sale a través de un canal microscópico o ángulo de drenaje. La misma cantidad de líquido que fluye tiene que salir también. Esta circulación constante permite mantener una presión intraocular equilibrada.

Cuando el ángulo de drenaje se obstruye de manera parcial o total por alguna razón, el humor acuoso no puede salir, se acumula y ejerce presión. Esto genera una fuerza adicional que comprime y daña las pequeñas fibras del nervio óptico impidiendo que la sangre las riegue bien y mueren. Como consecuencia, conforme van muriendo las fibras nerviosas, van apareciendo puntos ciegos en nuestra visión. Si mueren todas, se producirá la ceguera total que es irreversible.

¿Qué tipos de glaucoma hay?

Existen dos tipos de glaucoma, principalmente, que se diferencian por el grado de obstrucción que tenga el canal de drenaje. Es decir, si está parcial o completamente obstruido.

Glaucoma de ángulo abierto

Es el glaucoma más frecuente. El ojo no drena con fluidez por una obstrucción parcial y el líquido acumulado presiona y daña poco a poco el nervio óptico. Los efectos no son inmediatos, pues inicialmente no notamos variaciones en la visión ni sentimos dolor, pero podemos ir perdiendo campo visual periférico de manera gradual. Lo más importante es detectarlo a tiempo para tratarlo y evitar que avance la enfermedad.

Glaucoma de ángulo cerrado o de ángulo estrecho

Este tipo de glaucoma se produce por una obstrucción total del canal de drenaje que, en ocasiones, se puede presentar de forma repentina. Produce dolor, visión borrosa, dolor de cabeza, pérdida de agudeza visual e incluso náuseas. Su tratamiento es urgente. De no tratarlo de inmediato, puede causar ceguera.

Animación que explica el glaucoma de ángulo abierto y el de ángulo cerrado.
Fuente: Alila Medical Media en Español.

Glaucoma secundario

Es aquel que está vinculado a alguna otra enfermedad. En cualquier caso, conviene que su especialista esté al tanto de su estado de salud en general así como de los antecedentes familiares que puedan estar relacionados con el glaucoma.

¿Como se diagnostica el glaucoma?

La mejor manera de diagnosticar el glaucoma es realizando una serie de pruebas para determinar si el nervio óptico está dañado, como son:

• Medición de la presión ocular
• Exploración del fondo de ojo
• Comprobación del campo visual (campimetría)
• Prueba con OCT (Tomografía de Coherencia óptica) para observar si hay una disminución de las fibras del nervio óptico y de la mácula.
• Revisión del ángulo de drenaje.

¿Cuál es el tratamiento para el glaucoma?

El glaucoma se tratará con fármacos o con cirugía con el fin de reducir la presión ocular.

Si la enfermedad se encuentra en un estado inicial, se puede tratar con gotas.

Si el glaucoma está avanzado, será necesario practicar una cirugía (en ocasiones mediante láser) que ayude a drenar el humor acuoso que no drena de manera natural. Una de las técnicas que se practica es la trabeculectomía.

Animación que muestra cómo se realiza una trabeculectomía mediante láser.
Fuente: Mr Dan Nguyen. Laser Iridotomy for Angle Closure Glaucoma.

En cualquier caso, para evitar llegar a situaciones irreversibles, aconsejamos una visita periódica a su oftalmólogo, quien le indicará con qué frecuencia deberá hacerse los controles.

Recuerde: con el glaucoma es mejor prevenir antes que curar.